Labitolosa, un yacimiento arqueológico en La Ribagorza



Durante seis campañas arqueológicas participé en las excavaciones de Labitolosa, dirigidas por Angelines Magallón y José Ángel Asensio, profesores de Arqueología de Unizar. Fue en los veranos entre 2008 y 2013, hasta que los recortes se hicieron notar. ¿Pero qué es Labitolosa? 

Labitolosa es un yacimiento arqueológico situado en el término de La Puebla de Castro, al lado de Graus, en plena Comarca de la Ribagorza, provincia de Huesca, Aragón. Tiene dos grandes zonas de excavación. Por un lado, la antigua ciudad hispanorromana de Labitolosa (siglo I a. C./II d. C.), Por otro, el castillo de Castro Muñones, un hisn andalusí de los siglos IX-XI.




El yacimiento de Labitolosa se comenzó a excavar en 1991 por un equipo hispanofrancés. La ciudad hispanorromana de Labitolosa estuvo habitada desde mediados del siglo I a. C. hasta finales del siglo II d. C. Se trata de una ciudad desconocida en las fuentes literarias romanas clásicas, pues ni figura en el texto de Plinio que describe las ciudades del Conventus Caesaragustanus al que pertenecía. Antes de las excavaciones arqueológicas, una inscripción descubierta en el s. XVI era de las pocas referencias. Esta aludía a los “cives Labitolosani”. El testamento del Diacono Vicente, del s. VI mencionaba, por su parte, la “terra labeclosana”.

Las excavaciones han sacado a la luz diversos restos arqueológicos de aquella ciudad. Destacan el Foro y la Curia, dos complejos termales y varias viviendas. La Curia era la sede del poder local. El edificio mide 18’30m de largo y 11m de ancho. Los hallazgos más destacados fueron los pedestales con inscripciones, que ahora están en el Museo de Huesca. Una de estas inscripciones hace referencia a Marco Clodio Flaco, un prohombre de la ciudad. Podéis ver una reconstrucciónvirtual de la Curia en youtube. En el yacimiento se pueden ver sus restos y copias de las inscripciones.



En cuanto a las termas, son dos. Uno de los complejos se halla tapado para su protección, pero el otro es visitable. Además, podéis ver su reconstrucción virtual en youtube. La verdad, esas termas son impresionantes. Tenían sus tres espacios de baño, de agua fría, templada y caliente. Se puede observar el sistema romano de calefacción. Asimismo, el suelo es de opus signinum.

En cuanto a las viviendas excavadas, se encontraron restos del derrumbe de sus paredes pintadas en colores rojos, negros, amarillos y blancos. También aparecieron distintos objetos como monedas, cerámica terra sigilita y un árula.

Se desconoce la causa exacta de por qué fue abandonada la ciudad a fines del siglo II d. C. Sin embargo, en la Alta Edad Media se habitó la parte alta de la ciudad, el Cerro del Calvario, que se empezó a excavar en 2003. Es allí, en la cumbre, donde se ubicó una fortificación y un poblado altomedieval.

El hisn (castillo) andalusí estaba formado por un gran recinto externo y un alcázar de planta trapezoidal,  situado en el suroeste del cerro del Calvario. Este fue erigido en época del Califato de Córdoba para controlar la zona frente a los enclaves cristianos del norte (condado de Ribagorza). La construcción del hisn aprovechaba la roca del cerro y alcanzaba una superficie de casi 300m2. Entre sus elementos defensivos destacaba un foso en V. El hisn se estructuraba en tres niveles. En la parte superior se asentaba una torre destinada a ser residencia del qaid o alcaide. Además, disponía de 4 aljibes que le proporcionaban agua. Fue abandonado tras su paso a manos del rey de Aragón a fines del siglo XI. La población se trasladó del Castro a La Puebla.



Daniel Aquillué



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