En Aragón tenemos un interesante Patrimonio histórico-artístico en forma de azulejería cerámica que adorna las calles de nuestros pueblos y ciudades. Un conjunto importante de la misma, lo conforman las placas cerámicas que dan nombre a nuestras calles y plazas o numeración a nuestras casas. Y la gran mayoría tienen algo en común: son de la tradición alfarera de Muel.
Muchos de estos azulejos fueron colocados a partir de 1859. En Villamayor conservamos un buen conjunto de los mismos, desde el siglo XIX (c. 1873) hasta el 2002, mostrando la evolución de esta tradición artística alfarera. Pero no solo eso, sino que dan buena muestra del devenir histórico del municipio, que antes (y durante la mayor parte de su Historia) fue barrio de Zaragoza.
En el entramado urbano de Villamayor se distinguen tres fases en los rótulos cerámicos de las calles:
- La primera fase es el último tercio del siglo XIX. Son los más antiguos y quedan tres. Son de una pieza cerámica, cuadrada y con las letras pintadas en azul.
- La segunda fase es en torno a 1942. Son rótulos de 6 piezas y firmados por los Hermanos Soler, de la tradición cerámica de Muel. Incluyen en el azulejo inferior izquierdo el anterior escudo de Villamayor, es decir, el de Zaragoza.
- La tercera fase de rotulación cerámica data de final de los años 90 y comienzos de los 2000. Imitan a los anteriores, y fueron fabricados por el Taller-Escuela de la Diputación de Zaragoza en Muel.
Junto a los nombres del callejero, se encuentran los azulejos que numeran los edificios. En Villamayor se conservan varios (por lo menos una decena) que por su tipología (cuadrados, de una pieza, pintados a pincel en azul) datan de fines del siglo XIX y comienzos del XX:
Como han manifestado todos los informes técnicos y académicos, ya sean los del propio Ayuntamiento, los de historiadores del arte expertas en la materia como Isabel Álvaro, la Dirección General de Patrimonio de Aragón o asociaciones como APUDEPA, esta azulejería histórica debe ser conservada y puesta en valor.
En Villamayor, además, tenemos muchísimo más Patrimonio Histórico que se debe poner en valor.
Daniel Aquillué
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