Aclaraciones históricas: Francia, España y Cataluña. De naciones, feudalismo y símbolos




Me han pasado esto por redes sociales, solicitando aclaración histórica, y es por ello que escribo este texto. Para empezar, hay que diferenciar Estados-Nación (construidos desde fines del s. XVIII) de Entidades políticas feudales (ss. XI-XVIII), y ver realidades históricas complejas y cambiantes. Tras esta puntualización, vamos punto por punto a aclarar los disparatas históricos:

LAS BANDERAS
FRANCIA (y antes de Francia): La primera bandera nacional de Francia es la tricolor revolucionaria, que surge de la combinación de los colores de París (rojo y azul) con el blanco del rey Borbón, es decir, surge bajo el primer periodo de monarquía constitucional de la nación francesa, entre el verano de 1789 y agosto de 1792. Esa bandera tuvo varias variantes bajo Napoleón, prohibida por la restauración borbónica entre 1815 y 1830. Con las jornadas revolucionarias de Julio de 1830 y el nuevo régimen liberal doctrinario de monarquía constitucional de Luis Felipe de Orleans, se retoma la tricolor como bandera nacional, mantenida por las V Repúblicas Francesas, aunque en la Revolución de 1848 y en la Revolución de 1871 se tomó la bandera roja, y bajo el gobierno fascista francés de 1941-1944 también se usaron esos colores pero con una bandera modificada. Antes de 1789 no podía haber bandera de la nación francesa porque esta no existía. Los reyes de la Corona francesa usaban la flor de lis sobre fondo blanco (borbónico), aunque anteriormente, desde la aparición de la Heráldica medieval (a partir del siglo XII y no antes) la dinastía Capeta empezó a usar la flor de lis sobre campo azul.
ESPAÑA (y antes de España): En la Monarquía Hispánica se solía identificar a los ejércitos del Rey con distintas variantes del aspa de Borgoña (desde tiempos del rey consorte de la Corona de Castilla, Felipe I). la Armada de la Corona Española, adoptó, por decisión de Carlos III, la rojigualda en 1785, extendiéndose esta a las plazas costeras bajo Carlos IV. Esta fue la bandera que ondeó en el Cádiz donde nació la Nación Española en 1810-1813, y en el Cádiz constitucional y asediado de 1823, por ello se asoció a la nación. Además, esos colores fueron los adoptados por las banderas de la revolucionaria Milicia Nacional. En 1843, Isabel II hizo la rojigualda bandera del Ejército español, quedando de facto como enseña nacional, consagrándose en la Revolución democrática de 1868.
CATALUÑA (y antes de Cataluña): En el siglo XII, Alfonso II, el hijo de la Reina de Aragón Petronila y el Príncipe de Aragón y Conde de Barcelona Ramón Berenguer, heredó los territorios de sus progenitores, distintos territorios feudales y patrimoniales a ambos lados de los Pirineos. Comenzaba la Corona de Aragón. Y su dinastía adoptó entonces las barras amarillas y rojos (palos de gules sobre campo oro) como enseña familiar, dinástica, patrimonial. Por extensión, a partir del siglo XV, se extendió a todos los territorios de posesión de la familia que se sentaba en el trono de la Corona de Aragón, por todo el Mediterráneo, junto a otros símbolos como la Cruz de San Jorge. Por tanto, la Senyera no era de Aragón o de Cataluña, era del señor feudal de ambos, cuyo título nobiliario mayor era el de Rey (de Aragón etc.). Siglos más tarde sí que fue bandera de los territorios, pero en sus inicios, no. Sobre el surgimiento de estos territorios, inicialmente condados adscritos bien al Reino de Pamplona, bien al Imperio Carolingio, hay que remontarse a los siglos XI-XIII. El Reino de Aragón como tal surge a partir de 1035, mientras que Cataluña (divida en distintas jurisdicciones como todo territorio de la Edad Media, pues es época de feudalismo) parece que surge hacia fines del XIII. Cabría señalar que, ambos territorios (y otros de la Corona de Aragón) adquieren “entidad política” con la creación de las Diputaciones del General (Generalitat) a partir de Pedro IV el Ceremonioso, el cual creó aquellas instituciones con fines fiscales, aunque con la ausencia de los monarcas desde Alfonso V que se llevó la corte a Nápoles, empezaron a tomar poder político.

LOS PARLAMENTOS
FRANCIA (y antes de Francia): En la Corona Francesa, la cual no dominó los territorios de la actual Francia hasta el siglo XVI (tras la conquista del Midi en el XIII, la de Aquitania en el XV y la a anexión de Bretaña y Calais en el XVI), la primera institución de carácter representativo pero feudal, fueron los Estados Generales creados a comienzos del siglo XIV. Paralelamente existieron multitud de parlamentos feudales regionales y locales. El primer parlamento moderno fue la Asamblea Nacional formada en julio de 1789, al inicio de la Revolución Francesa.
ESPAÑA Y CATALUÑA (y antes de España y Cataluña): En el Reino de León hubo unas Cortes feudales en 1188, al parecer las primeras. Posteriormente tanto la Corona de Castilla como la Corona de Aragón tuvieron distintas instituciones representativas feudales, tanto Cortes Generales de la Corona como Cortes de entidades integradas en la misma. Las Cortes aragonesas y catalanas surgen prácticamente a la vez en el siglo XIII, estando en ellas representadas las fuerzas “del Reino” o “del Principado”: nobleza, clero, universidades (ciudades) y Rey. Cataluña nunca tuvo un parlamento moderno como estado independiente, salvo que consideremos como tal al parlamento autonómico actual o en sus 30 segundos de supuesta independencia en diferido. En España, el primer parlamento moderno fueron las Cortes Extraordinarias de la Monarquía Española (las de Bayona de 1808 se asemejaban más a las de Antiguo Régimen) reunidas en la Real Ysla de León y luego en Cádiz entre el 24 de septiembre de1810 y 1813. Esas Cortes fueron electas por sufragio universal masculino indirecto en las provincias españolas de ambos hemisferios, y constaron de una única cámara legislativa.

LAS CONSTITUCIONES
FRANCIA (y antes de Francia): hasta la Revolución Francesa, en los territorios que se conformaría como nación francesa, había múltiples jurisdicciones y legislaciones, como en cualquier monarquía compuesta de la Edad Moderna. En 1791 la Asamblea Nacional aprobó la primera Constitución de Francia, la cual quedaba conformada como Monarquía Constitucional. Tras esta vinieron muchas más, como la Constitución republicana de 1793, la de 1795, 1899, 1802, 1804, la Carta Otorgada de 1814, la de 1830, la republicana de 1848, la de 1852, 1875, 1946 y 1958.
ESPAÑA (y antes de España): la primera Constitución moderna fue la Constitución liberal de 1812, promulgada en Cádiz el 19 marzo de 1812. Antes, la Corona Española se regía por distintas leyes que se remontaban siglos atrás, hasta leyes de la Corona de Castilla recopiladas por Fernando III (el Fuero Juzgo). Existía una tradición legislativa de la Corona de Aragón abolida, en su mayor parte, por Felipe V de Borbón que aplicó su “derecho de conquista” con los Decretos de Nueva Planta entre 1707 y 1716 (de esta legislación hablo a continuación). En junio de 1808 se aprobó y decretó un texto constitucional español, el Estatuto de Bayona, que es más Carta Otorgada que Constitución, aunque hay debate historiográfico sobre él.
CATALUÑA (y antes de Cataluña): en la Corona de Aragón, igual que en cualquier monarquía compuesta, existieron diversas leyes y jurisdicciones. Jaime I el Conquistador recopiló las leyes de Aragón en el Vidal Mayor, a mediados del siglo XIII. En 1283, diversos nobles y ciudades, aragoneses, forzaron al rey Pedro III el Grande a otorgar el Privilegio General de Aragón, lo cual suponía una limitación del poder regio, pero en ningún caso una Constitución, pues era en un sistema feudal. En los territorios catalanes existían en ese periodo una serie de leyes llamados “constituciones” que eran aprobados en organismos de representación feudal y, después, en Cortes, pero como en lo anteriormente mencionado, no son equiparables a modernas constituciones.

Daniel Aquillué

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