Tras la derrota de Tudela, en la Zaragoza de diciembre de 1808 cundían el pánico y las prisas por acabar las nuevas fortificaciones ante la inminente llegada del ejército napoleónico para someter aquella ciudad icono de la resistencia contra Napoleón Bonaparte. ¿Cuál era su aspecto? Gracias a Rafa Guinart @algocomdibuixos nos podemos hacer una idea.
Lo primero: Rafa @algocomdibuixosha hecho un trabajo ESPECTACULAR, una ilustración que, a la vista está, es una
maravilla. Para realizarla le envié tres copiosos dosieres con información histórica
de la Zaragoza de 1808.
Entre las fuentes, además de las documentales, que recopilé en buena medida en Guerra y cuchillo, están las cartográficas, especialmente dos: los planos españoles y franceses del Segundo Sitio y el plano de Zaragoza de 1712.
También ha sido de utilidad esta reconstrucción virtual de Zaragoza que realizó Luis Sorando López en 2008: https://www.youtube.com/watch?v=RA-ozBmxxLI
Pero antes, un poco de
contexto histórico. El coronel de ingenieros Antonio de Sangenís fue el encargado
de planear las fortificaciones tras el primer Sitio de Zaragoza, mientras que Mariano
Domínguez, como intendente, recaudaba fondos y organizaba a los trabajadores,
incluidos niños.
La batalla de Tudela de
23 de noviembre de 1808 había conllevado que miles de combatientes de los ejércitos
españoles del Centro y de Reserva se concentraran en Zaragoza junto a miles de
refugiados y la propia población zaragozana. Un Segundo Sitio era inminente.
Las nuevas fortificaciones consistían en una nueva línea de muros en el frente sur de la ciudad, flanqueados por el ya existente castillo de la Aljafería y un nuevo fortín, el reducto del Pilar. Esta nueva línea defensiva consistía en un foso y un terraplén de tierra o ladrillo con troneras.
Tras él se mantenían las tapias del perímetro de la ciudad, aspilleradas en el verano de 1808, y que en algunas zonas se unían a los restos de la antigua muralla de ladrillo del siglo XIV. Estas primigenias “murallas” eran atravesadas por varias puertas, como la del Portillo junto a la iglesia homónima, la Puerta del Carmen o la Puerta de Santa Engracia, junto al monasterio del mismo nombre.
Pero, en verdad, el único
punto realmente fuerte de la ciudad era el antiguo palacio de la Aljafería, en
el extremo oeste, y que desde comienzos del s. XVIII era cuartel, prisión y
depósito de armas. Desde 1592 tenía foso, baluartes y revellín mirando a la ciudad.
En el extremo sureste se
erigió un fortín de ladrillo, con 8 cañones: el reducto del Pilar. La lucha allí
sería definida como una “carnicería”. Era la cabeza del puente del río Huerva y
preveía hacer fuego cruzado con otros puntos.
Pero más allá de estas obras de fortificación, algunas incompletas, ¿qué edificios podemos ver en la ilustración de la Zaragoza de 1808 de @algocomdibuixos? Para empezar, en primer término, campos arrasados y las ruinas del convento de Capuchinos arrasado con fines defensivos. Luego vemos la iglesia del Portillo, el Cuartel de Caballería, el Pignatelli, la plaza de toros, la Puerta del Carmen, la Torre del Pino, Santa Engracia... Otros detalles de la ilustración son los edificios bombardeados por el ejército napoleónico ya en el Primer Sitio de Zaragoza, en el verano de 1808 o la sección inacabada de las fortificaciones.
Además de las
mencionadas, otras fuentes iconográficas han sido estas:
- Vista del bombardeo de Zaragoza por los franceses (1808), en Biblioteca Nacional de España.
- Fondo fotográfico Jean Laurent en el repositorio de la Universidad de Zaragoza “Zaguán”.
- Vista general de Zaragoza desde el Portillo (1877).
- Grabados Ruinas de Zaragoza de Juan Gálvez y Fernando Brambila, tras el primer Sitio, publicadas en 1810-1813, en Biblioteca Virtual de Defensa.
- Libro Antiguas puertas de Zaragoza de Raquel Cuartero y Chusé Bolea.
Más información sobre los Sitios de Zaragoza AQUÍ
Daniel Aquillué Domínguez
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