Era el 9 de agosto de 1808 cuando el Capitán General de Aragón, José de Palafox, entraba en la ciudad de Zaragoza por el Puente de Piedra, tras su huida al iniciarse el asalto napoleónico del 4 de agosto, frenado en el Coso por la población civil y soldados, sin su general.
Pero Palafox no regresó sólo, sino con refuerzos, municiones y víveres. Le acompañaban su plana mayor, el 2º Batallón de Voluntarios de Aragón, el 3er Batallón de Guardias Españolas, 200 catalanes, 4 cañones, 20 carros de municiones... Todos ellos habían tomado la carretera de Lérida camino a Zaragoza, pasando por la localidad de Villamayor.
En el bando napoleónico, el general Verdier había sido herido -como 1.500 de sus soldados- en los brutales combates urbanos del 4 de agosto, siendo relevado por el general Lefebvre. Éste, enterado de que Palafox se aproximaba a Zaragoza con un convoy de 4.000 hombres de refuerzo, entre soldados y paisanos, marchó a su encuentro "sin vacilar un momento". Para ello, se llevó a dos batallones de infantería y los lanceros polacos -esa temida caballería- (¿unos 2.000 soldados aproximadamente?).
Desde el 5 de agosto, Palafox había estado en Villamayor, reuniendo a esa tropa que llegaba desde Cataluña. En una misiva al brigadier Torres, justificaba su salida de la ciudad el día anterior, señalaba como los soldados que estaba reuniendo habían derrotado a su vista a un destacamento de lanceros, y que encontraría los víveres necesarios "aunque el pueblo esté desierto".
Descrita la situación, llegamos al día 7 de agosto de 1808, situándonos en un terreno de campos de labranza entre el núcleo urbano de Villamayor y una loma de 280 metros situada cerca del Camino de La Puebla. Es en ese espacio donde tuvo lugar un combate, pequeña batalla o gran escaramuza entre tropas españolas y napoleónicas.
Según las fuentes francesas la victoria quedó de su parte, pero lo contrario señalan las españolas. El caso es que esos dos batallones napoleónicos y los lanceros polacos atacaron la retaguardia del convoy español, arrebatándole 4 banderas y a los Voluntarios de Aragón su caja y equipajes, "pero encontrándose muy débil para atacar al cuerpo principal" se retiró a "una posición en espera de refuerzos". Esa posición considero es la que se llamó "Loma de los Franceses" o "Francés" (según el arqueólogo e historiador José Luis Ona, es la altura señalada como Puilatorre, por un error que intercambió la toponimia el pasado siglo).
Las tropas de Lefebvre derrotaron a la retaguardia de las de Palafox en Villamayor, pero fueron incapaces de detener al convoy que entró en la asediada Zaragoza el día 9 de agosto. "La llegada de estos socorros colmó la alegría de los habitantes: el aire se impregnó de alegría; al mismo tiempo los periódicos españoles habían difundido la noticia de los acontecimientos de Andalucía y Zaragoza olvidó por un momento todas sus desgracias", señala Jean Belmas.
Hay más Historia de Villamayor durante la Guerra de Independencia y el siglo XIX, pero me la reservo para otras ocasiones.
**NOTA del 7 de agosto de 2020: con las últimas investigaciones que estoy realizando puede que cambien algunas cuestiones relativas a la acción de Villamayor del 7 de agosto de 1808.
Daniel Aquillué Domínguez
Bibliografía:
Jean BELMAS: Zaragoza, 1808 y 1809. Los Sitios vistos por un francés (ed. Herminio Lafoz), Editorial Comuniter, Zaragoza, 2003.
J. F. LEJEUNE: Los Sitios de Zaragoza. Historia y pintura de los acontecimientos que tuvieron lugar en esta ciudad abierta durante los dos sitios que sostuvo en 1808 y 1809 (ed. Pedro Rújula), Institución Fernando el Católico, Zaragoza, 2009.
Faustino CASAMAYOR: Diario de Los Sitios de Zaragoza (ed. Herminio Lafoz), Editorial Comuniter, Zaragoza, 2000.
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